El derecho al cuidado, un pendiente para las mujeres mexicanas
Si bien ya hay más mujeres en los espacios de decisión, todavía falta trabajar para lograr la igualdad salarial y la corresponsabilidad en el trabajo de cuidados, como las licencias de paternidad.
La lucha por garantizar los derechos de las mujeres en México ha tenido avances en los últimos años, pero aún falta que sea una realidad en todos los espacios en los que se desenvuelven. Así lo consideraron expertas, funcionarias y legisladoras al participar en el Encuentro Expansión titulado "Mujeres Trabajando".
En el evento, en el que participaron Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en México, la senadora Patricia Mercado; Geraldina González de la Vega, presidenta del Consejo para Eliminar y Prevenir la Discriminación de la Ciudad de México; Martha Tagle, exdiputada federal, y María José Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano y de la Comisión de Deporte de la Cámara de Diputados, señalaron que hace falta visibilizar el trabajo de las mujeres y el valor de las tareas no remuneradas, así como las desigualdades que persisten para generar un piso más parejo y garantizar el cumplimiento de sus derechos.
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Belén Sanz, la representante de ONU Mujeres México, señaló que una de las crisis que profundizó la pandemia de COVID-19 fue la pérdida masiva de empleos de las mujeres, porque, de acuerdo con cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se estaría retrocediendo hasta 12 años lo logrado en la participación en el mercado laboral y su procesos de inserción al mercado formal.
Otra crisis fue la de los cuidados, pues muchas mujeres tuvieron que abandonar sus trabajos para dedicarse a la atención de los hijos y de la familia, por lo que dijo es necesaria regular en la materia y que haya políticas públicas donde se invierta en el desarrollo institucional y donde participe la iniciativa privada.
Subrayó que el tiempo que dedican las mujeres a las tareas de cuidados es el triple que el de los hombres.
Y por ello, el tema de cuidados debe contemplar el tener infraestructura como guarderías, centros de cuidado de personas mayores y todo esto debe ir de la mano y del esfuerzo de los empleadores.
“Se trata de que todas las personas tenemos derecho a ser cuidadas y el Estado debe tener infraestructura para hacerlo. No es un enfoque paternalista o maternalista, es un enfoque de derechos”.
Belén Sanz, representante de ONU Mujeres en México.
En la pasada legislatura en la Cámara de Diputados se logró la reforma constitucional para reconocer el derecho al cuidado digno y fue turnada al Senado, en donde se encuentra sin avance.
Al respecto, la exdiputada Martha Tagle, quien participó junto con las legisladoras en la aprobación, resaltó que la importancia de que se vuelva un derecho constitucional es que involucras al Estado.
“Cuando lo defines como derecho el deber de garantizarlo es del Estado”, comentó al explicar que cuando eso se apruebe, se debe trabajar en las políticas públicas necesarias y luego hablar de corresponsabilidad para aterrizarlo en los casos prácticos.
La exlegisladora enfatizó que es necesario traducir el tema de los cuidados al día a día y generar la narrativa en todos los sectores para que se vuelva una “exigencia más contundente” para que pueda ser aprobado en el Senado de la República.
“Si no hay cuidados, no puede haber un desarrollo económico, no puedes tener una capacidad de involucrarte en el mundo productivo porque se requieren los cuidados para estar ahí y hace falta generar esa narrativa”.
Martha Tagle, exdiputada federal.
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La senadora Patricia Mercado sostuvo que es necesario el reconocimiento de la responsabilidad del Estado en las tareas de cuidado, en términos del artículo 4 Constitucional, cuya reforma está en el Senado, la cual no ha salido porque cada vez que se incluye en la orden del día, “desaparece”.
“Falta tener un Estado fuerte que pueda tener políticas de protección social más robustas”, señaló la legisladora de Movimiento Ciudadano.
“El tema de cuidados es una responsabilidad humana, al plantearlo desde ese lugar, el derecho al cuidado lo sacamos de la sola responsabilidad de las mujeres”.
La presidenta de Copred CDMX, Geraldina González de la Vega, enfatizó que el tema de cuidados también deben llevarse al terreno de los empleadores y del mercado laboral para garantizar los derechos de las mujeres y con ello puedan salir del círculo de violencia.
“Al final del día el hecho de que las mujeres tengamos ingreso y podamos tener autonomía económica nos permite en muchos casos salir de temas de violencia”, expuso en el Encuentro Expansión.
González de la Vega comentó que las denuncias de despido por embarazo ocupan el primer lugar en la Ciudad de México, salvo el año pasado que fueron rebasadas por temas de salud como COVID-19.
Esto, dijo, tiene que ver con las políticas de corresponsabilidad que obligan que sean las mujeres, quienes desde la perspectiva de las personas empleadoras "no rinden como trabajadoras", por lo que acaban despidiéndolas o acosándolas para que renuncien, cuando todo esto es discriminatorio.
Por su parte, María José Alcalá, la primera mujer en presidir el Comité Olímpico Mexicano, detalló que en el ámbito deportivo existen las brechas no solo con quienes lo practican sino también para juezas y árbitras, y hasta en las autoridades que lo conforman.
“En su concepción, el Comité Olímpico Internacional no es para las mujeres (…) no podíamos ni siquiera ir a ver los Juegos Olímpicos, ahora las mujeres tenemos más presencia aunque todavía es complicada en las mujeres”, recordó sobre las diferencias que se viven incluso cuando ya hay más espacios y competidoras, pero no los mismos apoyos.
Creo que es muy importante ver cómo podemos poner los temas en campo, es importante ver las calles oscuras cómo las alumbras, cómo hago que haya un lugar seguro para cada espacio para las mujeres, en el tema de deporte, cómo les doy seguridad.
María José Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano.
No solo en el sector deportivo, en el mundo laboral las desigualdades y violaciones a los derechos de las mujeres siguen ocurriendo.
Las participantes recordaron que se mantiene la brecha salarial entre hombres y mujeres.
La senadora Mercado expuso que una de las cosas que pueden ayudar es la transparencia, es decir que sean visibles los sueldos y las posiciones, pues con eso se demuestra que aunque en términos del total de trabajadores, son más mujeres, “en términos de salario están en la base de la pirámide salarial”.
A su vez, Belén Sanz refirió que la brecha salarial sigue siendo una herida profunda, pues el 50% de las mujeres ganan un salario mínimo, es decir que hay muchas más mujeres que ganan menos, por lo que desde el Congreso esta agenda de derechos económicos, donde la brecha salarial es muy importante, se puede atender.
Más que un gasto, una inversión
Si bien coincidieron que se necesitan recursos para un sistema de cuidados y tener las políticas públicas, eso no quiere decir que será de la noche a la mañana, sino que hay varios espacios fiscales para avanzar, aunado a que no es un gasto sino una inversión.
De acuerdo con ONU Mujeres México, junto con INMUJERES y la Sede Subregional de la CEPAL en México, la inversión en políticas de cuidados genera un triple dividendo ya que, además de contribuir al bienestar de las personas, permite la creación directa e indirecta de empleo de calidad y facilita la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo lo que supone un retorno de ingresos para el Estado vía impuestos y cotizaciones y una mayor renta para las personas.
“Si tú haces una inversión progresiva de ampliación de estos servicios (…) habría que hacer una inversión importante de recursos públicos, pero en relación a los retornos que esto genera en términos de generación de empleos, de participación de las mujeres en el mercado laboral y de recaudación fiscal porque es trabajo formal, tendríamos una brecha de -0.5% porque hay triple dividendo de invertir en un sistema y el dividendo es económico, además social y de derechos humanos”, explicó Belén Sanz.